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martes, 30 de diciembre de 2014

OTRO DRAFT MALDITO

Toda la NBA tenía sus miradas puestas en la nueva hornada de rookies que se presentaban al Draft de 2014. Se decía que era la mejor desde 2003, cuando aparecieron en la Liga los LeBron JamesCarmelo Anthony , Dwyane WadeChris Bosh y compañía. Pero, tras unos meses de competición, las esperanzas de un impacto inmediato se han ido desvaneciendo. Parece que estos novatos tendrán un tiempo de adaptación más largo del previsto y ya sabemos que en el  segundo año aparecerá el temido rookie wall.
Lo cierto es que las lesiones no han respetado a casi ningún jugador en los primeros compases de la temporada. Entre los elegidos el ‘Top 15′, hasta tres jugadores van a causar baja todo el año, incluido el principal candidato a Rookie of the Year Jabari Parker. Otros seis han sufrido ya algún problema físico que ha mermado su rendimiento y otro ni siquiera ha debutado porque decidió quedarse en Europa. Esta extraña maldición que pareció empezar la noche del 26 de junio en el Barclays Center, cuando se supo que Isaiah Austin debía retirarse del baloncesto por una enfermedad justo antes de la ceremonia del draft, nos ha privado de ver el enorme talento que tienen jugadores como Julius RandleMarcus Smart o Joel Embiid.
Nadie duda que ellos son el futuro de la Liga, aunque sus primeras temporadas puedan estar lejos de lo previsto. Hasta ahora entre los jugadores sanos, tan solo Andrew Wiggins ha sido capaz de mostrar una cierta regularidad acompañada de calidad. Habrá que esperar unos meses más para establecer un juicio definitivo, pero por el momento el Draft de 2014 está siendo decepcionante.



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