Desde que el pasado abril Jason Collins publicó abiertamente en Sports Illustrated su homosexualidad, su vida ha dado un giro radical.
Hasta entonces Collins era un pívot más que jugaba en la NBA sin pena ni gloria, con unos números bastante discretos, destacaba por su defensa y buena aportación en los rebotes y poco más. La temporada pasada jugó 38 partidos en Boston y Washington, pero al inicio de esta campaña no había logrado encontrar ninguna franquicia interesada en sus servicios, mientras él seguía entrenando en busca de una nueva oportunidad.
Pero ya todo era diferente, Jason era el primer jugador homosexual en activo de las principales ligas de Estados Unidos, véase NHL,NFL,MLB y por supuesto la NBA y su repercusión mediática crecía por momentos, ya tan solo se le conocía por eso, más que por su trayectoria en el baloncesto.
En esto Brooklyn Nets buscaba un jugador interior como el comer, tras la grave lesión de López, el traspaso de Evans y el declive de Garnett, y a su propietario ruso, el millonario Prójorov no se le ocurrió una idea mejor que fichar a Collins, en vez de mejorar el rendimiento deportivo de su equipo, parece que solo le interesaba el marketing de esta jugada, un equipo hecho a golpe de talonario, con grandes jugadores pero pocos resultados, un entrenador novato y mucho ego en el vestuario. Ahora se vuelve a hablar de los Nets que era lo que pretendía el ruso..
Una vez acabado el mercado de traspasos y sin conseguir una pieza interior, los Nets contrataron a Collins por 10 días,aunque es probable que siga hasta final de temporada, tan solo unas horas antes de medirse a los Lakers en LA. La expectación fue enorme, todos los medios se hicieron eco del re-debut de Collins y muchos jugadores expresaron su admiración por el jugador gracias a la valentía que ha demostrado.
Sus números en el partido no pasarán a la historia (0pts, 2 reb y 5 faltas) pero eso era lo de menos, él se sentía muy feliz y emocionado, un ejemplo para los demás deportistas homosexuales que no se atreven a dar el paso para reconocerlo, pero siempre tiene que haber un pionero.
Al día siguiente después de la avalancha de peticiones del público por tener su camiseta, la NBA decidió comercializar la elástica de Collins con el dorsal 98, en honor a un estudiante homosexual que fue asesinado hace 16 años, aunque en su primer partido no pudo jugar con ese número debido al poco tiempo que tuvieron entre el fichaje y el partido. La camiseta fue la más vendida del día por delante de jugadores como LeBron o Durant y continúa a día de hoy siendo un éxito de ventas.
El jugador ha sido nombrado como uno de los 100 personajes más influyentes del año por la revista Time y logró aparecer en la portada de la misma, otro reconocimiento que ha obtenido Jason ha sido un puesto en el Consejo Presidencial de Salud Física, Deportes y Nutrición concedido por el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
Veremos si en los próximos días algún jugador más logra "salir del armario" y Collins ha logrado abrir la veda para una situación completamente novedosa en Estados Unidos, sin duda Jason ya se ha convertido en un icono y casi un héroe para la sociedad americana.
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